La ciudad desde este lado,
único, sedentario,
quedo,
como nosotros
o nuestro cuarto,
como nuestras paredes,
que dentro
sucede catástrofes
y pasiones.
Todo ello,
que ahora veo,
parque, árboles, bancas,
avenidas, perros, civiles,
vendedores, basura, palomas;
cobra sentido
y fue creado
para verte en este momento.
La ciudad es bella como tú
aún con nuestra angustia,
aún con nuestra pena
y trote civil, peatonal.
Si acaso te marcharas, la ciudad te seguiría.
Hola amigo:
ResponderEliminarTe encontré navegando por bloger, ¡y qué grata sorpresa! Profundos versos, las imágenes de un poeta a la deriva, en su ciudad y en su amor, se funden en un poema.
Un placer leerte de nuevo.
Un saludo.