martes, 23 de agosto de 2011

El bosquejo de una jornada

Cuando llegue a casa
y no estés
y me ponga triste,
de que te has marchado
aún sabiendo
que nunca estuviste;
me pondré triste
porque tendré que sacar
de mi pecho,
esta ave ciega
y que vuele
y choque con las paredes
o el cielo raso,
tan alcanzable, como tú.
Tan dura, como tu.

Te irás,
como nadie más se ha ido,
irás más lejos del más allá
o la misma muerte,
que reirá, un instante,
por ambos.

Cuando llegue a casa
y estés
y me ponga triste,
de que no te has marchado
aún sabiendo
que nunca estuviste;
tendré que sacar
esta ave ciega, de mi pecho,
vuele y choque, contra ti.

1 comentario:

  1. que es lo que recuerda el compañero, con su letras evoca un rencuentro con su propio yo...

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