domingo, 24 de abril de 2011

Manifestación de humildad

De cuando adormite
en mis hombros los silencios
y se marchen con pasos lentos
la bandada de sueños solitarios,
que jamás mi mente cruzará su umbral.

Cuando algo,
que por ignorancia e ignorante
me inmute o inmuto
y deslumbre como un niño,
por los secretos de esta tierra,
como el íntimo de las ruinas
o los grandes amores
que no marcaron en el rostro de la historia,
o el ronquido de los prados
o el susurro de las aguas
o el secreto de los éxodos
que guarecerán  por su naturaleza simple,
tal vez entienda humildemente,
que también existo.

miércoles, 20 de abril de 2011

Por qué escribir


Una de las frases que ha marcado en mi es de Böll, en la novela Opiniones de un payaso, cuando el lastimado personaje, lastimado con la herida en la rodilla y la herida en el alma por el abandono de su amada, veinte años atrás, lo dejó como estaba, sin dinero y en un cuarto de hospedaje, emborrachándose desde el inicio de la novela. Entonces habla con su padre y éste le dice, algo así, “Te falta una cosa para ser por fin un hombre: Resignarte…”.
Matar el sueño, algo que siempre he tratado de evadir y muchas veces encontré comentarios de gente’s que terminaron adjetivándome por ilusorio, quimérico, fantasioso, lírico u otro apelativo similar. Por qué escribo, van como cuatro años que me hago esta misma pregunta y cada vez estoy más convencido en la primera respuesta que me hice hace cuatro años, escribo por necesidad; escribo porque es la única forma de encontrar la otredad necesaria y creer terminar esta infinita catarsis por la que paso día a día, tal vez suene un poco enfermo, pero no soy quién para no dar oídos a gente’s que también me ofrecen el suyo.
Traté de dejar escribir muchas veces pero como un alcohólico crónico tuve demasiadas recaídas. El personaje de Böll terminó mal, no porque no deseaba resignarse sino porque ya estaba resignado a la vida que llevaba hace mucho tiempo, algo que su padre junto los que le rodeaban encontraban su acto como una decisión pésima. En realidad soy consiente del daño que me hago al escribir y de las consecuencias que me pasan hasta este momento, mas no sé hasta dónde  arrastraré el marasmo por estar ya resignado a lo hago.
En todas las veces que logré encontrarme con jóvenes, sobretodo adolecentes u personas de base dos, y  me contaban sus sueños y era el de escritor, cuando les decía por qué respondían cosas similares a que era algo fantástico, bonito, era una herramienta para explicar el mundo, que servía como un proyectil para el cambio social; sólo uno (Daniel) supo decirme que lo hacía por necesidad y me llenó de tanta conmoción y pena porque desde ya lo creía condenado, porque entre muchas ideas que puedan decirme, también contradiciéndome, creo que escribir es una respuesta a una necesidad grande como respirar y llenar de aire a los pulmones. No quiero crear un icono de lo que es el escritor, para nada, ni mucho menos de mí. Primero porque tengo un concepto propio sobre lo que es ser escritor –aún más cuando está relacionado con la poesía-, hablaré después de este tema porque desde ya lo considero un asunto un poco complicado.
Si alguien cree que la literatura es algo estética, bonita o hermosa, pues respeto su opinión; si de ella sirve para transformar o encaminar al hombre también la respeto.  Pero no me veo, sinceramente, a mí escribiendo temas sobre autoayuda o historias mecánicas. Mi trabajo es lo que soy y cuando alguien me lea sabrá quién soy y cómo soy. Sabrá qué pienso porque no veo a la literatura como un órgano ajeno a mi cuerpo. Tampoco la encuentro necesaria sobretodo para esta humanidad que es más veloz, pero es la misma necesidad por la que acudo a ella y me convierte en un hombre cada vez menos práctico.

sábado, 16 de abril de 2011

Los Nadies (Eduardo Galeano)


Siempre se crea elite’s en acciones de las personas, para sesgar a otros... Magnífico poema de Galeano.

Ella,

No sé qué sería del tú sin mí. (Carlos Vilca)


Ella, que sabe quién es,
que se ajetrea para ser útil
y ve declinar la tarde y el mundo,
para estar exhausta en la noche.
Ella, que tiene un cuerpo frágil
y rima sus pasos en la acera,
que su rostro es más que un verso,
que toda ella es más que un poemario.
 Ella, que se quedó desde hace mucho
y no se ha marchado de mi pecho;
construyó su hogar de paredes sólidas
y se marchó
dejando la puerta cerrada para intrusas
y las ventanas para ventilar bien su ausencia;
Ella no regresa 
ni siquiera para remecer su propio polvo.

Ella, sabe que dejó algo de sí en mí,
mas no sé si yo en sí.
Y que el tiempo se cansa,
el sol se oxida,
y mi cuerpo vela su ausencia;
las letras de los versos,
que un día fueron interminables
ahora salen como tristes esperanzas,
Ella, se fue con la poesía.

jueves, 14 de abril de 2011

Recapitular

Jueves, 10:30 p.m.
Resumiendo la semana diré que hasta este momento la tomo como recibir algo de lo que esperabas un poco más.
Media semana intoxicado con alcohol, no por haber tomado media semana, sino porque ahora el alcohol se retiene más tiempo en mi cuerpo y quedo promedio de dos a tres días para recuperar o limpiar la sangre, que ya está muy contaminada. Regresé a los cigarros y cada vez es más difícil quitarlos de mi vida, asistir por primera vez al curso de patología donde se terminó hablando que tal vez, en 15 millones de años, las pulgas tendrían lenguaje. –lástima que no estén los científicos que creen que pasará ello-. La proyección del video sobre Arguedas, los pequeños golpes bajos de Ella, junto a su evasión. El pan que estuvo bailando solo, en mi estómago, al compás del jugo gástrico. El insomnio y cansancio del que paso hace un mes. Las pocas ganas a la lectura y sobretodo, en primer lugar y el hecho que me lanzó a la pc, las pocas ganas de escribir. Aunque, desde hace unos años, quiero dejar de hacerlo.
Si me despidiera en este momento y dijera, ya no nos volveremos a ver… muchos de los que me conocen reirían, por que tarde o temprano termino cayendo, como esa necesidad de respirar o hacer el amor, y empiezo, al menos a bosquejar un verso. Lo que me apena es que no pueda escribir cuando deseo hacerlo, y casi siempre tenga que esperar que esas ganas, que no sé de donde viene, se trepa o arrastra, para lanzarme a lo que ahora hago. Satisfacer ésta necesidad de expresarme, como también frustrarme cuando el lenguaje acorta mis brazos sobre lo que deseo decir.
En fin, el sol ya ha salido, pero aún no se va la semana.

lunes, 11 de abril de 2011

Veré cómo mueren las aves en pleno vuelo.

Parece que transitaron
por este parque
todos los habitantes de esta tierra,
que rumiantes exponían
mi espera,

con la muerte impávida
de escueta sombra
y redonda sonrisa,
me enseñaba su satisfacción de entrepierna.

Te esperé en este parque
hablando con tu imagen ausente
con los silencios que silencian las retinas
y no estabas para contarte mi quimera.

No hay forma
de esconder ésta angustia,
ni de no oír a la muerte.
No importa las errantes personas
que guardan sus sueños en su baúl de estómago.

No estás,
jamás estuviste,
pese a los orgasmos
jamás estuviste,
pese a tus beso
no estuviste,
pese a mi amor
no estuviste.

Pese que te espero,
no llegarás.

viernes, 8 de abril de 2011

Cuando te fuiste

Cuando te fuiste
tal vez creías que lloraría
y en las noches escribiría versos
bajo la luna.
Mas hubo noches tan estrelladas
donde tropecé con un beso,
o muchos besos
cada vez
más rojo que el anterior.

Cuando te fuiste,
alargabas la sonrisa
por pensar que odiaría la ciudad
ya que ésta te representaba
y me absorbería.
Mas me absorbí en las noches
que supuestamente
te pensaría bajo vigilias
y me extraviaba como un pez
en aguas extrañas, de distintos cuerpos.

Aunque hubo un día
que dije tu nombre
por última vez
y tu nombre
salió como un ave
un ave errante, sin dirección
y su efecto venía
a rozar mis sentidos
para joderme la vida,
al menos por unos minutos: evocándote.

viernes,

10:30 p.m.

Hoy sólo dejo un mensaje a quien desee: