lunes, 5 de septiembre de 2011

Ocho Días



El recuerdo de ocho días, la primera imagen y valor a mis acciones, por que desde entonces me consideré artista, y no tengo vergüenza mencionarlo,  ni hipocresía. La primera imagen es en la puerta de Vilca, cuando le entregaba mis textos. Estaba jodido (emocionalmente) y alegre, porque era la primera vez que en mi vida tomaba algo con seriedad.

Tenía una enamorada que me amó tanto como mi madre y que me dejó con mucha amargura, años después. Pero ese tiempo que la tuve a mi alcance, preferí abstraerme a ocho días.

No lo llamé ese tiempo así, en realidad no tuvo nombre. Ahora, que pienso y creo distinto, el recuerdo de mis 18 años, cuando me decepcioné de no poner hacer pintura, cuando conocí a Vilca, cuando engañé a una buena mujer de Rumanía, cuando estaba cayendo a un problema de alcoholismo del que salgo a mis 24 años, cuando la mujer que me amó alistaba sus maletas para después dejarme, cuando era pre-universitario, cuando reté a mi padre, cuan… Todo ello me recuerda a una etapa, esa etapa está sellada en los únicos ocho textos que encontré de muchos que fueron.

Por ello tiene ese nombre, aparte de sus ocho textos, que son ocho momentos, son una parte de mí. No sé si abstraiga a los lectores, no quería hacer llorar a las personas no quería hablar de luchas sociales; ese tiempo no pensaba en antropologías ni sosiologismos. Pero tenía en claro, será por mi misma frustración en pintura o el valor inmenso que le doy a ella, que la palabra, como el color, recién cobra vida cuando la usas.